La otra formación…

Mucho hemos hablado en este espacio de formación, como no puede ser de otra manera habida cuenta de su necesidad en la capacitación del moderno empleado público… Pero dicho empleado no es el único actor de lo público, y es que la formación de otros pilares subjetivos importantes como los políticos o los mismos ciudadanos alcanza un nivel de importancia similar en el modelo de Gobernanza que solemos defender (procedimiento electrónico, transparencia, datos abiertos, rendición de cuentas, participación democrática…)

A veces observamos con tristeza como interesantes proyectos de administración electrónica, de gobierno abierto o de implantación de nuevos servicios fracasan por la falta de (in)formación y de difusión. Interna y externa. Y es que del mismo modo que no es posible que un empleado público desempeñe adecuadamente sus funciones sin desarrollar las capacidades y aptitudes hoy en día necesarias (a través de la formación y el autoaprendizaje), tampoco lo es que los dirigentes puedan llevar a la práctica sus a priori buenas ideas o programa electoral sin conocer mínimamente la legislación, los servicios públicos, los recursos económicos, los procedimientos, la organización y el funcionamiento de esa Administración que la democracia y los pactos han querido que gestionen. Pero vamos más lejos: ¿y si todo el mundo supiera o pudiera saber (al menos potencialmente) cómo se adjudican los contratos, cómo se elabora el presupuesto, a qué información tienen derecho acceder, qué licencia deben pedir para elevar una altura, cómo se deben acreditar electrónicamente cuando actúen a través de sede o a qué servicios públicos tienen derecho? Alguno de ustedes estará pensando: bien, que pregunten o lo pidan en el momento en que alguna de esas cosas les interese. Eso es evidente pero ¿y si les ofreciéramos esa (in)formación constantemente a través de diversos canales? Ni se imaginan lo que podríamos conseguir… Al menos una sociedad más implicada y una democracia más completa. Y probablemente también una enorme mejora en el servicio público. Observen la siguiente imagen:

Círculo gobierno abierto Alorza
Fantástica infografía de Alberto Ortiz de Zarate (“Alorza”), quien ha sabido ver perfectamente el círculo virtuoso (más bien espiral) del Gobierno abierto. que comienza en los datos y acaba en el cambio social

Todo esto supone elevar, evidentemente, el nivel de autoexigencia. La Administración no sólo debe ser transparente y publicar algunos documentos (si puede ser de forma accesible y reutilizable) como el presupuesto, las ordenanzas o los convenios, sino que deberá generar documentos nuevos, o simplemente ofrecer información en distintos formatos, a solicitud de esos nuevos ciudadanos más interesados en lo público y mejor formados. También deberá aperturar los datos, con carácter general, aunque nadie se los pida. Y rendir cuentas de sus actos, y de «sus cuentas», valga la redundancia. Ante todos estos estímulos una sociedad civil culta, implicada y debidamente formada con toda probabilidad reaccionará, ofreciendo no simplemente su opinión sino también su propuesta de mejora. Esta información es muy valiosa asimismo para la Adminsitración y la añadirá a los datos que a su vez haya obtenido de los usuarios de los nuevos servicios conectados, eso que en términos comerciales se denomina experiencia de cliente (customer experience).

Como vemos fluirá (ya lo hace en realidad) mucha información en ambas direcciones. Pero para interpretar correctamente dicha información hará falta una información básica o culturización en lo público que bien podría articularse a través de esa nueva formación. Hablamos de formación en un sentido muy amplio: cursos, charlas, jornadas, vídeos… Campañas de difusión de mucha calidad destinadas a todo el mundo: jóvenes, emprendedores, asociaciones, empresas, ciudadanos en general. Esto provocará un cambio cultural y a la postre social apoyado en unas nuevas bases éticas y culturales fuertes que, como se muestra en la infografía, cambiarán la sociedad.

La Administración será el origen de esta (in)formación, pero valorará por encima de todo el feedback que directa e indirectamente derive de la misma, practicando en todo momento la escucha activa y el análisis riguroso de los datos y opiniones obtenidos. Lo público será cada vez menos institucional y más relacional, en un tablero de ajedrez en el que las piezas serán los políticos, los empleados públicos, el mundo académico, las empresas, las asociaciones, los estudiantes, los emprendedores… En este caldo de cultivo innovador y colaborativo, surgirán los llamados territorios inteligentes, donde no sólo los servicios sino todo será inteligente (empezando por las personas). Quédense con el-término porque cada vez está sustituyendo con más fuerza al de ciudades inteligentes. Hablamos de entornos muy activos de colaboración público-privada-ciudadana donde los servicios públicos cobran una orientación muy fuerte hacia el medio ambiente, los servicios asistenciales y la tecnología como medio, no como fin, para mejorar la calidad de vida… Esta es la nueva smart city, en realidad el primer modelo realista y con verdaderos visos de éxito social de smart city.

Pero esa… Esa es otra historia.

© Todos los derechos reservados. Nosoloaytos. Web oficial de Víctor Almonacid Lamelas 2019. Aviso legal.

Un comentario Agrega el tuyo

Deja un comentario