“Un buen gobierno es como una buena digestión; mientras funciona, casi no la percibimos”. (Erskine Caldwell)
El próximo miércoles estaremos en Castellón para presentar la GUÍA PARA EL BUEN GOBIERNO LOCAL, iniciativa de la FEMP pensada para los nuevos miembros de las Corporaciones Locales, quienes son sus principales destinatarios. El evento ha sido organizado por la Diputación de Castellón y por la RED de Entidades locales por la Transparencia y Participación Ciudadana de la FEMP, y contará con la presencia, entre otros, de Amalia López Acera, Borja Adsuara, Borja Colón y un servidor, aunque estarán representados todos los autores que han colaborado en esta Guía totalmente práctica (y esperamos que también muy útil), entre los que destacan Carles Ramió, Rafa Jiménez Asensio, Pilar Batet, Ascen Moro, Paco Rojas, Roberto Magro, y los propios Borja (Colón) y Amalia, entre otros.
En cuanto a nuestro Capítulo en la publicación, evidentemente no lo vamos a reproducir ya que la intención es que lo lean (pueden descargar la Guía aquí). Lo que sí diremos es que tiene un título muy significativo «2019-2023: Cronología de una transformación (DIGITOTAL)», y que empieza así:
«Introducción. Una transformación digital muy humana.
Es el momento de las nuevas Corporaciones.
Es el momento de los nuevos (o no tan nuevos) conceptos: cambios, liderazgo, innovación, simplificación, administración electrónica, administración automática, administración inteligente…
Es el momento de los anglicismos, términos que empleamos no por menosprecio a la noble lengua de Cervantes, sino porque están acuñados como nomenclaturas homologadas a nivel internacional: open government, e-goverment, e-procurement, compliance, blockchain, community manager, mindfulness, branding, smart city, smart region, smart island, open data, big data, benchmarking, team leadership, nudge…
Es el momento de los Ayuntamientos, pese a la globalización y la europeización, o incluso precisamente por eso.
Es el momento de mejorar los aspectos jurídicos y técnicos de nuestros Ayuntamientos. Y sobre todo los aspectos organizativos y funcionales.
Es el momento, desde luego, de la transformación digital. O mejor: digitotal. Y es que hablamos de un tipo de transformación que, pese a su nombre, ni es solo tecnológica (ya que es integral, holística, global) ni es tan tecnológica, porque la tecnología nunca es el fin, sino el instrumento, y en todo caso la transformación la hacen las personas y es para las personas. ¿Qué personas? Todos los actores de lo público. Y estos son todos y todas: gobernantes, empleados, ciudadanos, empresas, asociaciones, emprendedores…
Es el momento, por tanto, de las personas.
Arrancamos…»