SMART CITY «DE VERDAD»: CÓMO CONCEBIR UN PROYECTO REALISTA PARA SU AYUNTAMIENTO EN 30 MINUTOS

Nos encontramos en pleno #CNIS2019. Adjuntamos el texto base (quizá ligeramente ampliado) de nuestra charla «SMART CITY «DE VERDAD»: CÓMO CONCEBIR UN PROYECTO REALISTA PARA SU AYUNTAMIENTO EN 30 MINUTOS«. Incorporaremos asimismo el vídeo en cuanto dispongamos del mismo.

smart city de verdad

“Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información” (Carl Sagan)

Esta es una charla conceptual, en la que vamos a destapar conceptos que creéis que no sabéis pero sabéis, aunque no lo sabéis. Esto es importante, porque antes de hablar de proyectos debemos entender de qué estamos hablando. Ningún viento moverá nuestras velas si no sabemos a qué puerto nos dirigimos.

SMART CITY. Ciudad inteligente. Si es ciudad debe prestar los servicios establecidos en el art. 26 LBRL para municipios de más de 20.000 habitantes (servicios sociales, extinción de incendios, bus, medio ambiente…). En definitiva, y para entendernos, Smart City es una ciudad mediana o grande, que además ha dado un salto cualitativo en la forma en la que presta sus servicios públicos. Smart City es una ciudad como Alzira. O bien ya, por supuesto en otro nivel, grandes ciudades del mundo como New York (cuyo modelo analizamos aquí).

SMART TOWN. Nos gusta más, y también tiene más sentido. Por un lado TODOS los municipios pueden ser inteligentes. Por otro lado TODOS los servicios pueden ser inteligentes (alumbrado público, cementerio, recogida de residuos, limpieza viaria, abastecimiento domiciliario de agua potable…). Smart Town es un pueblo bien gestionado, como Picanya.

SMART REGION. Pero algunos de esos municipios son muy pequeños, y en todo caso existen razones por las que la gestión de los servicios públicos en un determinado territorio tiene sentido que se haga de forma integrada o mancomunada, por lo que cobra importancia el concepto Región inteligente, o Territorio, o Comarca, o Provincia, o Isla (Consejo, Cabildo). Por eso el año pasado hablamos de Smart Island. En resumen, Smart Region es un territorio inteligente, que ha hecho frente común ante los problemas de la comarca, como hizo Teruel frente a la despoblación rural a través de un proyecto científico basado en la divulgación de la ciencia, especialmente de los dinosaurios, con sedes en varios municipios de la provincia.

SMART CITIZEN. Por otra parte nos parece más propio hablar de la inteligencia de las personas que de la de las instituciones. Al fin y al cabo hay personas dentro (empleados) y fuera de estas (usuarios). Imposible hablar de ciudad o municipio inteligente si las personas que lo dirigen no actúan de forma inteligente. Ojo, no es lo mismo actuar con pillería que con inteligencia. La inteligencia siempre es altruísta, colectiva. Por otro lado, en la llamada sociedad de la información, el ciudadano también es inteligente, o como mínimo exigente. Una de las consecuencias es que querrá participar de lo público. Después hablaremos de OPEN GOVERNMENT.

F0B327E5-07EB-44BE-9AAE-7DFC3F051C16.jpegSMART INNOVATION. Este concepto se define solo. Evidentemente uno de los caminos más cortos hacia la gestión inteligente es la innovación. La innovación es la herramienta de la inteligencia.

SERVICIOS PÚBLICOS. En esta charla «tan moderna» ya han visto que hemos hablado, curiosamente, de la clásica y conocida por todos Ley de Bases del Régimen Local (1985). Y es que, insistimos, Smart City es otra manera (nueva, «innovada», tecnológica, eficiente, social, medioambiental, sostenible, participativa…) de prestar los mismos servicios. Smart City es la ley de régimen local después de todo. De esta norma deben ver no solo los citados artículos 25 y 26, sino también el 18). Este artículo habla de derechos. Uno de esos derechos (en este caso “de los vecinos”) es el de exigir la prestación y, en su caso, el establecimiento del correspondiente servicio público. El correspondiente es el que corresponde. Que cada uno piense «lo que corresponde» hoy en día.

GREEN CITY. Dijimos «medioambiental», sostenible… Se habla mucho de conceptos con los que la mayoría aún no están familiarizados, como movilidad sostenible, descarbonización, o el mismo green city. Pero en realidad seguimos hablando de servicios públicos. Uno de los servicios era alumbrado, respecto del cual hoy en día estamos obligados a hablar de luminarias inteligentes y energías renovables. Y estamos obligados a tener en circulación camiones de basura, autobuses y otros vehículos (públicos o privados), preferiblemente eléctricos, durante el menor tiempo posible. En efecto, otro de los servicios era medio ambiente, personalmente una de las cosas más importantes en mi vida. Otro parques y jardines. Otro, prevención y extinción de incendios (ver nota final)…

SENSORIZACIÓN. Dijimos tecnológica y eficiente… La conectividad es la base del moderno servicio público. Es instrumental, y debe ponerse al servicio del ciudadano y del propio Ayuntamiento. En efecto, la conectividad permite dar un nivel tecnológico útil al usuario del servicio, mientras que a la Administración le ofrece datos sobre la «experiencia de cliente» y otros muy interesantes con los que trabajar. El estudio de los datos de los usuarios, al servicio de la mejora del propio servicio público, son una especie de «cookies» bienintencionadas (digamos que hay cookies buenas y cookies malas). La tecnología es bidireccional, útil en los dos sentidos. En definitiva, las infraestructuras, muebles, inmuebles y servicios deben incorporar tecnología, deben estar sensorizados, y esto lo debe hacer el concesionario del servicio. Debemos exigirlo ya desde los pliegos del contrato. Esto tiene su efecto positivo en el momento de la prestación del servicio. La sensorización es la fase de ejecución del contrato. En concreto del contrato de concesión de servicios (antiguo contrato de gestión de servicios públicos). Como ven, trato todo el tiempo de reconducir el discurso hacia conceptos que les resultan familiares. si bien, hablando de contratación, los conceptos más relacionados con Smart City son compra pública innovadora y asociación para la innovación. En cualquier caso, cuando un servicio está sensorizado arroja datos, y con los datos se puede… analizarlos, abrirlos, tomar decisiones respecto del mismo servicio, protegerlos… Con los datos se puede hacer muchas cosas, y casi todas buenas.

LOS DATOS. Dijimos (bueno, acabamos de decir) datos. La clave de las Smart Cities son los datos. Lo más importante es entender que no tiene sentido que un vecino pase veinte minutos de su tiempo esperando un autobús que en realidad sabemos cuándo va a pasar, o dando vueltas a la manzana (y emitiendo CO2) para encontrar aparcamiento si una red de sensores vinculada a una App que utiliza el GPS del móvil puede informarle en tiempo real de las plazas libres. Los ciudadanos tienen derecho a aparcar sin que les cueste la salud (en el sentido amplio de la expresión), del mismo modo que tienen derecho a que pase el camión de la basura sólo cuando el contender esté prácticamente lleno, evitando así las molestias y el encarecimiento del servicio.

  • BIG DATA. Big data no es tanto «grandes datos» como «muchos datos». En realidad muchísimos. Todos los que hay y todos los que generamos por ejemplo con la sensorización o la conexión. Big data puede tener una gran utilidad en relación a los proyectos Smart City, especialmente en el ámbito de la promoción económica y el emprendimiento. Los datos que se ponen a disposición del sector empresarial incipiente (demográficos, estadísticos, geográficos…) pueden anticipar el comportamiento del consumo local a fin de estimular la inversión en nuevos servicios privados.
  • SMALL DATA. Bien, lo cierto es que no todos los datos tienen relevancia en todo momento para todo el mundo. Habrá que manejar sobre todo los que usualmente sí la tengan. No es que no nos importen los «datos masivos», al contrario, pero aquellos se deberán automatizar. Son las estadísticas de los «grandes datos» y todo sobre los «pequeños datos» lo que debemos estudiar. Hablamos de esos datos más concretos que nos dan una información muy relevante en relación a los servicios públicos, por ejemplo los datos que nos envían los sensores, y que nos van a permitir tomar decisiones inteligentes en relación al propio servicio que los envía (recogida de basura, transporte urbano), haciéndolo mucho más eficiente. Decía Carl Sagan que “saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información”. Estos datos, o algunos de ellos, no solo se deben «manejar» (utilizar, estudiar), sino también «abrir».
  • OPEN DATA. La Ley 8/2015, de 25 de marzo, de Transparencia de la Actividad Pública y Participación Ciudadana de Aragón define apertura de datos como «la puesta a disposición de datos en formato digital, estandarizado y abierto, siguiendo una estructura clara que permita su comprensión y reutilización, con el fin de promover la transparencia de la gestión pública para su análisis y evaluación, fomentar la interoperabilidad entre Administraciones, y generar valor y riqueza a través de productos derivados de dichos datos realizados por terceros» (art. 3). Al final parece que todos estamos hablando de lo mismo. Tiene sentido.
  • «PROTECCIÓN DE DATA». Algunos de esos datos son de carácter personal. En este sentido, la nueva LOPDGDD y el ENS (su primo hermano) obligan tanto al Ayuntamiento como al concesionario del servicio, un agente privado pero que por su posición cualificada maneja millones de datos, algunos muy susceptibles de protección, de los que es en parte responsable.

OPEN GOVERNMENT. Dijimos participativa. También acabamos de decir «open data». En efecto, en este modelo los datos se abren, las cuentas se rinden, la información se ofrece. Esto sí que es inteligente, porque puede favorecer a mucha gente. El gobierno abierto es el que arranca precisamente en la apertura de los datos (y de la información) con el objetivo inicial de rendir cuentas procurando además atraer al tejido social hacia lo público, para que participe o colabore en la gestión. Esto va mucho más allá de la mera transparencia pero si quieren, siguiendo con nuestra política de coloquialismos comprensibles, open government es la tan manida transparencia. Pero una transparencia de otro nivel, que quede claro. La participación de una ciudadanía informada e inteligente (smart citizen) nos hace a todos más inteligentes; mientras que el fomento del emprendimiento a través de la apuesta por perfiles de personas jóvenes súper tituladas que quieren establecerse como freelance, o bien a través de Startups y PYMEs, potencia un modelo económico infinitamente mejor que el de «todos funcionarios». Ya lo dice la citada ley aragonesa: «generar valor y riqueza a través de productos derivados de dichos datos realizados por tercero».

Bien, teniendo en cuenta todo lo anterior, y a partir de ahí, desde la claridad de conceptos y de ideas, ya pueden decidir cuál es o debe ser su modelo. Porque no es lo mismo ser Madrid que Valdemoro de la Sierra (ya saben: City, town…), y no es lo mismo estar precisamente en la sierra, con unos más que probables problemas de conectividad, que rodeado de antenas. No es lo mismo ser un municipio pequeño que ser pequeño pero formar parte del área metropolitana de una gran ciudad, aprovechando sus infraestructuras. Y tampoco es lo mismo ser grande pero formar parte de ese área metropolitana de un municipio más grande, que ser grande y ser «capital de comarca». No es lo mismo vivir de la industria que de la agricultura, como tampoco es lo mismo tener una población joven que un gran número de residentes de más de 65 años (algo que conforme pase el tiempo va a ser cada vez más habitual), los cuales en algunas localidades además proceden de otros países de Europa. Y no es lo mismo tener resuelto el problema del agua que estar en la zona seca de España. Y no es lo mismo, y ya acabo, ser un municipio turístico que no serlo, pero si además de turístico es insular, también tendrá unas características especiales a tener muy en cuenta. Les digo ya los últimos anglicismos de la tarde: SMART TOURIST y SMART DESTINATION. Por cierto, hablando de islas y en primicia mundial: me voy a trabajar (y a liderar un apasionante proyecto) al Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna en Tenerife. Quería decirlo públicamente porque me hace mucha ilusión. Muchas gracias.

© Todos los derechos reservados. Nosoloaytos. Web oficial de Víctor Almonacid Lamelas 2019. Aviso legal.

Nota final. Respecto al servicio de prevención de incendios, indicar que el Ayuntamiento de Alzira desplegó en su momento un sistema de detección de incendios mediante cámaras optrónicas de detección basadas en tecnología IR, instaladas en tres puntos estratégicos del extenso término municipal de Alzira. Este fue un proyecto premiado (ver la noticia en Diario 20 minutos), pero por encima de ello, fue y es un proyecto útil, con un impacto positivo directo sobre la conservación del entorno natural alzireño.

<<más información: “PROYECTO DE IMPLANTACIÓN DE UNA SOLUCIÓN DE DETECCIÓN AUTOMÁTICA DE INCENDIOS FORESTALES EN LOS PARQUES DE “LA MURTA”, “BONAIRE” Y PARTE DEL “VALLE DEL BRU”. También existe un vídeo de mi exposición del proyecto (ver aquí), para quien desee conocer un poco mejor este proyecto Green City>>.
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Momento de la explicación de nuestro proyecto «Green City» premiado

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